Ingredientes
- 500g de harina de fuerza
- 325ml de agua tibia
- 8g de levadura fresca (o medio sobre de levadura seca especial para panadería)
- 12g de sal
Material necesario
- Bol
- Cuencos individuales
- Túper
- Sartén
- Horno
1
Masa
- Juntar el agua tibia con la levadura en una jarra de cristal u otro bol y mezclar bien.
- En el bol donde vayáis a hacer la masa, añadir la harina.
- Añadir la mezcla del agua a la harina junto con la sal y mezcla con la ayuda de una cuchara hasta que quede todo integrado.
- Una vez la masa solo mezclada, no amasada, tapar con papel film o un paño húmedo, y dejar reposar 20m.
2
Amasado
- Sacar del bol a una superficie y amasar durante 15m sin añadir más harina hasta que quede una masa lisa y suave.
3
Primera fermentación
- Meter en un túper donde pueda doblar su tamaño y dejar reposar la masa dentro de la nevera preferiblemente toda la noche, o unas 7h.
4
Boleado
- Sacar del túper la masa y dividirla en 4 porciones iguales.
- Bolear cada trozo hasta que queden como los de la imagen de arriba.
- Meter cada bola en un cuenco redondo embadurnado con aceite y tapar.
5
Segunda fermentación
- Dejar fermentar las 4 bolas de masa tapadas con un paño húmedo o papel film durante 2h hasta que doblen el volumen.
6
Cocción
Precalentar horno a 250ºC: con calor solo por arriba
- Colocar la bandeja de horno boca abajo.
- Coger la masa de pizza y con la ayuda de mucha harina, estirarla empezando por en centro hacia los lados. Es importante al estirarla no aplastar los bordes para que queden aireados.
- En una sartén grande a fuego medio alto, con un poco de aceite, colocar la masa y mientras se hace por abajo, añadir los ingredientes por encima al gusto.
- Una vez añadidos y cuando la masa se haya tostado, con cuidado pasar la pizza de la sartén al horno y dejar que se termine de hacer por arriba.