- 4 patatas medianas
- 80ml de leche
- 40g de mantequilla
- Tomillo y romero frescos (opcional, muy recomendado)
- 2 dientes de ajo
- Sal y pimienta
- Cuchillo y tabla de cortar
- Cazuela
- Tenedor o prensa para patatas
- Limpiar las patatas con un poco de agua.
- En una cazuela poner agua fría, meter las 4 patatas y llevarla a ebullición.
- Cuando haya empezado a hervir, echar un puñado de sal.
- Dejar cocer las patatas, el tiempo puede variar en función de su tamaño (entre 25 y 40 min).
- Sacar las patatas cuando estén hechas (lo estarán si al pincharlas con un cuchillo se escurren, o si al probarlas están blandas).
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En una sartén derretir los 40g de mantequillla.
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Añadir los 80ml de leche junto con los dos dientes de ajo y el tomillo y el romero frescos.
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Cuando empiece a hervir verter la mezcla en un bol.
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Tapar inmediatamente el bol con film (para que la mezcla infusione) y reservar.
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En la propia olla o en un bol, verter las patatas ya cocidas y peladas.
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Empezar a machacarlas con la ayuda de un tenedor o una prensa para patatas.
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Una vez machacadas, verter la mezcla de la mantequilla y la leche infusionada y seguir machacando.
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Una vez conseguida la textura deseada, llevar la olla a calentar.
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Calentar el puré de patata antes de servir, probar de sal y pimienta y corregir si es necesario.
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Verter la cantidad de puré de patata en un plato hondo.
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Añadir un trozo de mantequilla, que se derretirá con el propio calor del puré.
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Un chorro de aceite de oliva virgen extra, sal gorda y pimienta al gusto.